The London Nobody Knows (1967)




The London Nobody Knows (1967) es un documental que recorre la cara B del Londres de los años 60: los teatros abandonados, los lavabos públicos victorianos, los artistas callejeros, los vagabundos… El actor James Mason deambula por las calles secundarias y el extrarradio mostrando una ciudad muy alejada de los swinging 60s.

Aquí no hay moda, ni música, ni mods, solo viejos borrachos, niños sucios y callejones solitarios. El espíritu pop de la época aparece fugazmente en algunos mercadillos y calles comerciales, pero tiene poco que ver con la visión de Londres que ofrece el documental, que en algunos momentos incluso abandona su espíritu narrativo para mostrar planos sueltos a ritmo de música electrónica.

El filme se basa en un libro homónimo de Geoffrey Fletcher que se centra en muchos rincones que solo conocen quienes viven allí; lugares cotidianos, a veces incluso ligeramente sórdidos, que en muchos casos han desaparecido del mapa. No obstante, no es un documental sentimental ni sensiblero, más bien un simple paseo por ese Londres que nadie conoce, y que probablemente nadie quiere conocer; el submundo ordinario que se esconde detrás de la máscara pública.

Aunque algunos de los lugares mostrados pueden parecer tenebrosos, deprimentes o peligrosos, en realidad no muestran nada que no pasease, y siga pasando, en la trastienda de cualquier ciudad europea.

Cualquiera que haya vivido en ciertos barrios periféricos, o incluso en ciertos barrios céntricos antiguos, sabe que lo que desde fuera puede parecer sórdido termina formando parte del día a día, de la normalidad. Esto es algo que recoge del documental, que se limita a hacer una excursión por un mundo urbano tan natural como cualquier otro.